En griego antiguo Πάρις, también llamado Alejandro, en griego antiguo Αλέξανδρος, Aléxandros, 'el protector del hombre', fue un príncipe troyano, hijo del rey Príamo y de su esposa Hécuba. Paris fue conocido como El de la hermosa figura.
Hécuba, reina de Troya, tuvo un sueño durante su embarazo: soñó que daría a luz a una antorcha que incendiaría la ciudad. Esaco, hermanastro del futuro príncipe, poseía el don de interpretar los sueños y aconsejó que, a su nacimiento, abandonaran al recién nacido. Fue así como Príamo, el rey y padre de la criatura, ordenó a su criado Agelao que abandonara al pequeño en el Monte Ida. Agelao, en último momento, se apiadó del recién nacido y decidió criarlo como si fuera su hijo.
El pequeño creció con el nombre de Paris, siendo un joven guapo y fuerte que dominaba el arte de la música Su primera historia de amor la vivió con la ninfa Enone, hija del dios-ríoCebrén. Ella, que poseía el don de la profecía y la medicina, predijo que sería ella la única que podría salvarlo de una herida de muerte.
En el Olimpo, Eris, la Discordia, prometió dar la manzana de oro que lanzó en las bodas de Tetis y Peleo a la diosa más hermosa. Fue así como ninguna deidad se atrevió a elegir entre Hera, Atenea o Afrodita. Con tal de acabar con el problema, Zeus decidió que la respuesta la diera Paris.
El dios mensajero Hermes presentó las tres diosas a Paris y le propuso el dilema. Cada una le prometió algo si resultaba ser la elegida: Herale prometió ser soberano del mundo, Atenea ser invencible en la guerra y Afrodita le prometió entregarle a Helena, la mujer más bella del mundo. Finalmente, el joven eligió a Afrodita, que además se convirtió en su protectora, y las otras dos deidades juraron venganza. Lo que él no sabía era que esa decisión terminaría desencadenando la guerra de Troya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario